Queridos alumnos:
El Ciclo Formativo es una enseñanza
post-obligatoria y, por ello, voluntaria, lo que quiere decir que cada alumno es
libre de matricularse o no. Si al fin se matricula, la enseñanza es
presencial, lo que significa que la asistencia a clase es obligatoria
y esto no tiene nada que ver ni con la edad ni con la salud.
El absentismo (¡bonita palabra!)
escolar provoca grandes perjuicios, no sólo en quien falta a clase,
sino también en el resto de los compañeros y en los profesores que
sufren la inasistencia de sus alumnos, puesto que sin ellos su
trabajo no tiene sentido.
El alumno que falta habitualmente no
puede seguir el ritmo normal de clase y va perdiendo día a día el
interés en las materias, puesto que cada vez sabe menos de ellas, lo que le invita a faltar más, y así se
entra en un círculo vicioso del que es difícil salir.
El grupo de alumnos en el que hay
faltas continuadas de compañeros va perdiendo su cohesión y el
sentimiento de unidad necesario para emprender tareas juntos,
motivarse, etc.
En una escuela el estudiante debe, además de aprender el contenido de lo que se enseña, aceptar el valor de la educación; procurar aprender sin hacer trampa; aceptar la autoridad de los docentes y conducirse tal como corresponde al rol de estudiante.
No debe ser grosero en el aula ni faltar abiertamente el respeto al profesor y los compañeros.
Por favor, no faltes a clase: sin ti, mi trabajo no sirve.
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